MEXICO (AP) _ Armando Montaño, un aspirante a periodista que
trabajaba en estos meses como pasante para The Associated Press en la
capital mexicana, fue encontrado muerto la madrugada del sábado. Tenía
22 años.
El cuerpo de Montaño fue hallado en el cubo del elevador de un
edificio de apartamentos cerca de donde vivía en el barrio capitalino de
la Condesa. Las autoridades investigan las circunstancias del deceso.
Radicado en la ciudad estadounidense de Colorado Springs en el estado
de Colorado, llegó a la Ciudad de México a principios de junio luego de
obtener una licenciatura en español y una especialización en estudios
latinoamericanos en el Grinnell College de la ciudad de Grinnell, en el
estado de Iowa.
Durante su tiempo en la oficina, Montaño cubrió varios hechos,
incluida la saga de nueve jóvenes elefantes de Namibia que terminaron en
una reserva de animales en el estado mexicano de Puebla, y la muerte a
tiros de tres policías federales en el aeropuerto de la Ciudad de
México. Al momento de su muerte no estaba cubriendo ninguna información.
La embajada de Estados Unidos sigue el curso de la pesquisa.
Montaño tenía la intención de estudiar a fin de año una maestría en periodismo en la Universidad de Barcelona.
Con su gran energía y amplia sonrisa, Montaño hizo decenas de amigos en las cortas semanas que estuvo en la capital de México.
``Armando era un joven inteligente, alegre, trabajador y talentoso'',
expresó Marjorie Miller, directora de la AP para América Latina en la
Ciudad de México.
``Le encantaba el periodismo y absorbía todo lo que podía'', dijo
Miller. ``En su breve tiempo con la AP se ganó el afecto de todos por su
arduo trabajo, su efervescencia y su amor por la profesión''.
Entre diciembre y enero, Montaño cubrió las asambleas presidenciales
en Iowa como pasante en The New York Times, y el año pasado trabajó
varios meses como pasante en los que cubrió temas políticos y
financieros para The Chronicle of Higher Education en la capital
estadounidense.
``Mando era un joven periodista destacado, con una inusitada pasión y
exuberancia por la vida y la gente'', dijo Richard Berke, subdirector
gerente de The New York Times. ``Logró tanto y llegó al corazón de
tantos en poco tiempo, y su potencial era realmente ilimitado''.
Berke explicó que decidió conseguir que Montaño cubriera las
asambleas partidistas porque se quedó muy impresionado con el joven
periodista cuando se conocieron tiempo atrás en el Instituto de
Estudiantes de Periodismo de The New York Times en Tucson, Arizona.
Kathleen Carroll, directora ejecutiva de la AP, dijo que ``la
pérdida de este joven periodista vibrante es una conmoción para sus
colegas y para la larga lista de personas que consideraban a Armando su
amigo''.
Montaño también había realizado pasantías como reportero y en
multimedia en The Colorado Independent, en un servicio de noticias de
internet, y como reportero e investigador en The Seattle Times.
Fue editor y redactor en el periódico Scarlet & Black cuando estudiaba en el Grinnell College.
Montaño recibió una beca Ellen Masin Persina del Club Nacional de
Prensa de Estados Unidos en 2008; también obtuvo la beca Newhouse de la
Asociación Nacional de Periodistas Hispanos en 2008 y la beca Chips
Quinn de la organización Freedom Forum for Diversity en 2011. Perteneció
a la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos y a la Asociación de
Periodistas Gays y Lesbianas.
Montaño, que nació en Massachusetts, hablaba perfectamente el
español. Había crecido en Colorado pero vivió dos años en Costa Rica
cuando era niño y pasó una época en Argentina y en la frontera entre
Estados Unidos y México con su familia.
Le sobreviven sus padres Diane Alters y Mario Montaño, que residen en
Colorado Springs, donde ambos son catedráticos en el Colorado
College.
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