viernes, 17 de agosto de 2012

Le Monde: El cambio dentro de la continuidad en la República Dominicana

Según Le Monde, en el escrito de Jean Michel Caroit, el presidente Danilo Medina prestó juramento y renueva solo la mitad del gobierno anterior

Es a fuerza de perseverancia que Danilo Medina llegó a ser presidente de la República Dominicana el 21 de mayo. En su toma de posesión, el jueves 16 de agosto, se comprometió a servir a la lucha contra la pobreza, que aún afecta al 40% de sus ciudadanos, a pesar de ocho años de fuerte crecimiento. Dijo que sería “implacable” contra la corrupción, que su predecesor, Leonel Fernández, dejó prosperar.

Nacido hace sesenta años en medio de una familia humilde, en Arroyo Cano, al suroeste del país, se unió al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) desde su fundación en 1973 por el ex presidente Juan Bosch. Después de estudiar química y economía, se consagró a su partido, que evolucionó del marxismo a la centro-derecha, después de la muerte de su fundador.

Diputado en 1986, reelegido dos veces, desempeñó un papel decisivo como jefe de campaña en la victoria de Leonel Fernández en las elecciones presidenciales de 1996. Candidato presidencial a su vez en 2000, Danilo Medina fue derrotado por el social demócrata Hipólito Mejía. En 2004, volvió a liderar la campaña del señor Fernández, que ganó un segundo mandato.

Se negó a ceder la plaza en 2008, y la relación entre los dos hombres se enfrió hasta la campaña de 2012.

 Al no poder presentarse Fernández, este apoyó a Danilo Medina, después de imponer a su esposa, Margarita Cedeño, como candidata a la vicepresidencia. A pesar de su falta de carisma, y gracias a la disciplina de su partido y el uso masivo de fondos públicos a su favor, Medina se vengó de Mejía el 20 de mayo, ganando con el 51% de los votos.

La inflación del gasto público con fines electoralistas amplió el déficit fiscal, que podría alcanzar el 5% del PIB en 2012. La duplicación de la deuda externa con el fin de financiar obras públicas iniciadas durante el mandato de Fernández, y el déficit del sector eléctrico reducen el margen de maniobra de su sucesor Medina. El aumento de la presión choca con la resistencia de los empleadores, que exigen la reducción de la corrupción y el clientelismo.

Mientras que los policías, ante la explosión de la delincuencia y el tráfico de drogas, ganan 5,500 pesos (115 euros) al mes, algunos altos funcionarios dominicanos se encuentran entre los mejor pagados del mundo. A pesar de la proliferación de escándalos que involucran a personas cercanas al presidente saliente, nadie ha sido llevado ante los tribunales.

La apuesta por el turismo 

Danilo Medina se comprometió a “continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho”. Y ha prometido consagrar el 4% del PIB a la educación. Esta obligación constitucional no fue respetada por el ex presidente Fernández, a pesar de una fuerte movilización de la juventud. El sistema educativo dominicano es uno de los más débiles en América Latina. Medina también promete resolver la eterna crisis eléctrica para el final de su mandato.

El nuevo Presidente apuesta por el desarrollo turístico. Su objetivo es aumentar el número de visitantes extranjeros de 4 millones en 2011 a 10 millones en diez años. También cuenta con el mercado de Haití, el segundo mayor destino de las exportaciones dominicanas. Propuso la firma de un acuerdo de libre comercio con su homólogo haitiano, Michel Martelly, quien asistió a la toma de posesión.

“Por sus frutos los conoceréis”, concluyó Medina su discurso con una cita bíblica. Unos minutos más tarde anunció la composición de su gobierno, en el cual casi la mitad de los miembros pertenecen al gobierno de su predecesor. Aún le falta criticar la gestión de algunos de los ministros renovados.

Para muchos dominicanos, la espera para el cambio ha sido de corta duración.

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