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Por: Miguel Alfonso Pichardo
Son innumerables los beneficios que han traído consigo las redes sociales, en el aspecto de la enorme facilidad que aportan para la comunicación intercontinental, y el traslado en tiempo real de la información. Pero en los últimos años han traído desordenes y hasta riesgos para los usuarios y para los que los rodean.
según un informe internacionales elaborado por la consultora InSites Consulting el año pasado el número total de usuarios de las redes sociales supera los 950 millones en todo el mundo, cifra esta que continuamente aumenta su crecimiento.
Cada vez más personas no logran despegarse del asiento frente al monitor de su computadora, otros no despegan sus dedos de sus celulares inteligentes (Smartphone) BlackBerry, ipone, Aple etc, perdiendo no solo tiempo de interacción real con humanos tangibles, especialmente sus familiares, sino también postergando sus tareas o estudios por preferir seguir obsesivamente en alguna de las redes sociales, llegando en la mayoría de los casos a caer en la compulsión y obsesión y adicción a las redes sociales.
Esta enfermedad aumenta enormemente, y miles de personas pierden no solo sus quehaceres, materias e incluso el trabajo, cuando desatienden en su totalidad sus deberes por atender cualquier novedad de las redes. Por eso es mejor usar las redes sociales, solo para lo que fueron hechas, pero cuidando no caer en la adicción ni descuidar los estudios.
Según el artículo "Adolescentes y redes sociales. Hábitos de uso en España" incluido en la revista "Cuadernos de Información Económica" publicado a inicio de año, el 78% de los adolescentes españoles utilizan las redes sociales, usan ampliamente Twitter (80 %) y lo hacen varias veces al día (39%), siendo la causa para el 80% de estos el mantener contacto con sus amigos.
Llama la atención la rapidez y el crecimiento exponencial que tienen estas plataformas en edades jóvenes. Hay una generación entera que las ha abrazado en masa, como no ha ocurrido con otras llamadas BlackBerry.
Manuel Benito Gómez, profesor de la Universidad del País Vasco y especialista en nativos digitales, cree que "las redes sociales ni aíslan ni integran a los adolescentes más de lo que ellos lo hacen en el mundo real. Es el uso que se hace de ellas lo que puede ser integrador o aislador".
El tema que preocupa es que últimamente se están usando esos medios cibernéticos para actos no santos. Hoy se hacen amenazas, se discrimina y se incita a la violencia a través de la red. Ejemplo de esto son los casos ocurrido en republica dominicana en estos meses con el grupo Anonymous acusado de jaquear varias cuentas de correo de funcionario e instituciones pública.
El uso de las redes sociales puede influir positivamente en la conducta de los jóvenes, siempre y cuando se haga de forma controlada. Además de convertirse en una prolongación de su vida social, estas redes les ayudarán en un futuro no sólo a mantener sus relaciones personales sino que también les servirán a la hora de encontrar trabajo, pues en la actualidad se han convertido en una importante herramienta para establecer contactos profesionales.
Pueden ser muy entretenidas, pero al final, existe el mundo real, y para sobrevivir en él se necesitan conocimientos reales, fuera de la realidad virtual
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