Según Le Monde, en el escrito de Jean Michel Caroit, el presidente
Danilo Medina prestó juramento y renueva solo la mitad del gobierno
anterior
Es a fuerza de perseverancia
que Danilo Medina llegó a ser presidente de la República Dominicana el
21 de mayo. En su toma de posesión, el jueves 16 de agosto, se
comprometió a servir a la lucha contra la pobreza, que aún afecta al 40%
de sus ciudadanos, a pesar de ocho años de fuerte crecimiento. Dijo que
sería “implacable” contra la corrupción, que su predecesor, Leonel
Fernández, dejó prosperar.
Nacido hace sesenta años en medio de una familia humilde, en Arroyo
Cano, al suroeste del país, se unió al Partido de la Liberación
Dominicana (PLD) desde su fundación en 1973 por el ex presidente Juan
Bosch. Después de estudiar química y economía, se consagró a su partido,
que evolucionó del marxismo a la centro-derecha, después de la muerte
de su fundador.
Diputado en 1986, reelegido dos veces,
desempeñó un papel decisivo como jefe de campaña en la victoria de
Leonel Fernández en las elecciones presidenciales de 1996. Candidato
presidencial a su vez en 2000, Danilo Medina fue derrotado por el social
demócrata Hipólito Mejía. En 2004, volvió a liderar la campaña del
señor Fernández, que ganó un segundo mandato.
Se negó a ceder la plaza en 2008, y la relación entre los dos hombres
se enfrió hasta la campaña de 2012.
Al no poder presentarse Fernández,
este apoyó a Danilo Medina, después de imponer a su esposa, Margarita
Cedeño, como candidata a la vicepresidencia. A pesar de su falta de
carisma, y gracias a la disciplina de su partido y el uso masivo de
fondos públicos a su favor, Medina se vengó de Mejía el 20 de mayo,
ganando con el 51% de los votos.
La inflación del gasto público con fines electoralistas amplió el
déficit fiscal, que podría alcanzar el 5% del PIB en 2012. La
duplicación de la deuda externa con el fin de financiar obras públicas
iniciadas durante el mandato de Fernández, y el déficit del sector
eléctrico reducen el margen de maniobra de su sucesor Medina. El aumento
de la presión choca con la resistencia de los empleadores, que exigen
la reducción de la corrupción y el clientelismo.
Mientras que los policías, ante la explosión de la delincuencia y el
tráfico de drogas, ganan 5,500 pesos (115 euros) al mes, algunos altos
funcionarios dominicanos se encuentran entre los mejor pagados del
mundo. A pesar de la proliferación de escándalos que involucran a
personas cercanas al presidente saliente, nadie ha sido llevado ante los
tribunales.
La apuesta por el turismo
Danilo Medina se comprometió a “continuar lo que está bien, corregir
lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho”. Y ha prometido
consagrar el 4% del PIB a la educación. Esta obligación constitucional
no fue respetada por el ex presidente Fernández, a pesar de una fuerte
movilización de la juventud. El sistema educativo dominicano es uno de
los más débiles en América Latina. Medina también promete resolver la
eterna crisis eléctrica para el final de su mandato.
El nuevo Presidente apuesta por el desarrollo turístico. Su objetivo
es aumentar el número de visitantes extranjeros de 4 millones en 2011 a
10 millones en diez años. También cuenta con el mercado de Haití, el
segundo mayor destino de las exportaciones dominicanas. Propuso la firma
de un acuerdo de libre comercio con su homólogo haitiano, Michel
Martelly, quien asistió a la toma de posesión.
“Por sus frutos los conoceréis”, concluyó Medina su discurso con una
cita bíblica. Unos minutos más tarde anunció la composición de su
gobierno, en el cual casi la mitad de los miembros pertenecen al
gobierno de su predecesor. Aún le falta criticar la gestión de algunos
de los ministros renovados.
Para muchos dominicanos, la espera para el cambio ha sido de corta duración.